martes, 31 de diciembre de 2013

INVESTIGACIÓN: VAGABUNDOS CONTRATADOS LIMPIAN LAS ZONAS CONTAMINADAS POR FUKUSHIMA

RT, 31/12/2013



Un sin número de subcontratistas que realizan las obras de descontaminación radiactiva en Japón a menudo llegan a contratar a los vagabundos, pagándoles el salario menor que el salario mínimo oficial o incluso convertiendolos en deudores.

Casi tres años después de la catástrofe, las obras de limpieza de la zona contaminada en Fukushima no cumplen con el cronograma oficial, debido tanto a la falta de la supervisión, como a la escasez de trabajadores.

Tras varios escándalos, causados por la revelación de que la mafia yakuza suministra indigentes para trabajar limpiando la planta nuclear de Fukushima, en Japón, la agencia Reuters llevó a cabo una investigación especial sobre la cuestión. Reveló los esquemas opacos de la manera en que se organiza el trabajo de limpieza de la contaminación radiactiva.

Un número elevado de empresas, desde grandes hastaa subcontratistas menores involucrados en el proceso de descontaminación, pagado con los impuestos de los ciudadanos nipones, es precisamente lo que impide monitorear el proceso de financiamiento. La abundancia de diferentes contratos y subcontratos para realizar cada obra llevan a que en muchos casos las empresas mayores se abstienen de participar en estas obras.

Se desconoce el número total de las empresas involucradas, pero en las 10 ciudades más contaminadas en el norte de Japón, Reuters halló 733 compñías que realizan trabajos para el Ministerio de Medio Ambiente. Entre estos, 56 subcontratistas, que realizan obras por un valor total de 2,5 mil millones de dólares, en realidad deberían de ser excluidas de las obras públicas, por no haber sido controladas por el Ministerio de la Construcción.

Otras cinco empresas ni siquiera habían sido identificadas, ya que no son registradas por el Ministerio, no tienen números de teléfono, ni páginas web propias. De la misma manera, se desconoce la información básica sobre sus propietarios. Cabe mencionar que las redes ilegales de intermediarios y los mafiosos también están presentes. 

Contratar a vagabundos por el salario mínimo es la manera como estos subcontratistas a menudo encuentran a los trabajadores, para limpiar la zona contaminada radiactiva de Fukushima. Sin embargo, incluso esta cantidad de dinero no siempre se paga por completo.

En algunos casos destacados por Reuters, ni siquiera la tercera parte del dinero que el gobierno japonés manda para realizar las obras de descontaminación, llega a los propios obreros. Los subcontratistas se quedan con la mayor parte de este dinero, pagando a los obreros vagabundos la nómina de 6 dólares por hora, mientras el salario mínimo oficial garantizado por el gobierno para trabajar en Fukushima es de 6,5 dólares.

Por si fuera poco, en muchos casos los trabajadores acaban debiendo el dinero a sus empleadores: de su salario se les quita automáticamente el pago por el alojamiento, la comida, lavandería, etc.

En el mismo tiempo el mayor problema sigue siendo la falta de los obreros. Según el operador de la planta atómica Daiichi en Fukushima, Electric Power Co (Tepco), el desmantelamiento de esta planta requiere por lo menos 12.000 obreros, mientras por ahora son tan solo 8.000.

Es la predominancia de las ofertas de trabajo sobre las solicitudes que permite a las empresas contratar inpunemente a vagabundos y desempleados. Ante todo es la consecuencia de los dos mayores problemas laborales nipones: las regulaciones del mercado laboral muy estrictas y la escasez de la gente que se encuentra en la edad laboral, debido al envejecimiento de la población.

¿POR QUÉ SE MANTIENE LA HOSTILIDAD CONTRA RUSIA?

Karl Müller
Red Voltaire, 30/12/2013


Hay quien afirma que la situación internacional se ha hecho menos tensa en los últimos meses. Se evitó la guerra entre Estados Unidos, sus aliados y Siria. También se produjo un acuerdo con Irán. Estados Unidos, que durante los 20 últimos años emprendió junto a «Occidente» una serie de guerras contrarias a las normas del derecho internacional, se ve hoy tan debilitado que ya no parece hallarse en condiciones de embarcarse en nuevas guerras de gran envergadura. Por otro lado, los aliados de Estados Unidos, en primer lugar los demás Estados miembros de la OTAN, que en su mayoría son también miembros de la Unión Europea, tampoco estarían en condiciones de emprender guerras sin Estados Unidos.

Pero se pierde de vista fácilmente que Washington ha desplazado sus objetivos agresivos hacia la región del Pacífico y que los Estados miembros de la Unión Europea (¿bajo la dirección de Alemania?) –con el pretexto del asunto de la NSA– van a tener que hacer el papel de peones de Washington en el Medio Oriente y en África.

Los numerosos informes sobre la «tensión» en Asia, ahora entre China y Japón, persiguen 2 objetivos diferentes. Por un lado, pueden servir de propaganda contra China. Y van a constituir al mismo tiempo una llamada de alerta para «demostrar» a los europeos la importancia de la presencia estadounidense en el Pacífico así como, y es este el objetivo fundamental, de la preparación de una guerra contra China.

No se habla, al menos no se hace públicamente, de la política de la Unión Europea, fundamentalmente de Alemania, hacia Europa oriental y Rusia. No se menciona ese tema porque los Estados miembros de la OTAN y la Unión Europea se fijaron como meta –desde 1990-1991, o sea a partir de la desaparición del Pacto de Varsovia y de la Unión Soviética y a pesar de lo prometido al gobierno soviético de entonces– «apropiarse» del este incorporando cada vez más Estados de Europa oriental a la alianza atlántica para debilitar a Rusia y someterla poco a poco. Las pruebas de todas esas maniobras están a nuestra disposición en el libro El gran tablero de ajedrez. América y el resto del mundo, publicado en 1997 y cuyo autor es Zbigniev Brzezinski, consejero personal de varios presidentes de estadounidenses.

Durante los años 1990 pareció que todo iba sucediendo conforme a lo previsto con el presidente ruso Boris Yeltsin. Rusia se hundía cada vez más en un caos que abarcaba todos los aspectos de la vida del país y se hallaba al borde de la bancarrota, tanto en el plano político y económico como en el plano social. En su libro La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, publicado en 2007, Naomi Klein demuestra con lujo de detalles cómo se trató de poner de rodillas la economía rusa para sojuzgar el país, principalmente para apoderarse de sus materias primas, a través de «consejos» estadounidenses y de la falsa teoría de las bondades de un capitalismo sin freno, pero bajo control de los intereses financieros de Estados Unidos.

En 1999, la guerra de la OTAN contra Yugoslavia marcó un viraje. Se hizo entonces completamente imposible no percibir el hecho que la definición estadounidense de «un nuevo orden mundial» presentaba todas las características del imperialismo tendiente a someter el mundo a la «única potencia mundial». En el 2000, y con la llegada de un nuevo presidente, el nuevo gobierno ruso se esforzó en cambiar de rumbo contrarrestando progresivamente el control estadounidense sobre la economía y las riquezas de Rusia, y también sobre la sociedad y la política del país –proyecto altamente delicado y complejo debido a las grandes dificultades existentes.

Si se comparan con la situación que existía en el 2000, son notables los progresos alcanzados por Rusia hasta el año 2010: el producto social se multiplicó por 2, el comercio exterior se multiplicó por 4, las deudas con el extranjero se redujeron a la sexta parte de su valor inicial, los salarios se multiplicaron por 2,5 (descontando la inflación), las rentas se multiplicaron por 3, la tasa de pobreza se redujo a la mitad, el desempleo pasó del 10 al 7%, el número de nacimientos aumentó en un 40%, los decesos disminuyeron en un 10%, los decesos de bebés descendieron en un 30%, la esperanza de vida aumentó en 5 años, los crímenes disminuyeron en un 10%, el número de asesinatos bajó en un 50% y el de suicidios en un 40%, las intoxicaciones por consumo de bebidas alcohólicas cayeron en más del 60%.

Lo que se ha dado en llamar «Occidente» no se apresuró a contribuir a nada de lo anterior. Fue más bien todo lo contrario, los medios utilizados para desgastar a Rusia se hicieron cada vez menos visibles pero mucho más pérfidos. Y quien se atrevía a enfrentar abiertamente esos intentos aconsejando la adopción de contramedidas, como las que el gobierno ruso ha venido aplicando desde hace años, era muy mal visto en Occidente.

Los principales medios de difusión occidentales han desempeñado y siguen desempeñando actualmente un papel cada vez más equívoco en la campaña contra Rusia. Mientras que la política de la Unión Europea, sobre todo la de Alemania, sigue dos cursos paralelos, debido a las necesidades económicas, y trata de conjugar la retórica antirrusa con el mantenimiento de relaciones económicas ventajosas, no sucede lo mismo con los medios de prensa, a los que se deja «rienda suelta».

Contrariamente a lo que hacen en el caso de China, país cortejado debido a sus resultados económicos (y a la importancia de su mercado), los medios occidentales divulgan –únicamente y de forma permanente– cuanto elemento negativo se les ocurre sobre Rusia. Y esa campaña es tan intensa que el lector-espectador que se informa únicamente a través de esos medios tiene que acabar pensando mal de ese país. Los aspectos negativos que difunden cubren todos los sectores de la vida con la evidente intención de hacer resurgir la mayoría de los viejos prejuicios sobre Rusia.

Todo eso sucede a pesar de la constante acción del gobierno ruso que, a lo largo de los 13 últimos años y hasta este momento, ha venido proponiendo una amplia cooperación con todos los países y en beneficio de todas las partes.

No es por amor al pueblo ucraniano sino en el marco de un proyecto geoestratégico que la Unión Europea trata desde hace años de alejar a Ucrania de Rusia para atraerla hacia la propia UE. Hoy sabemos que la «revolución naranja» de 2004 en realidad fue una operación de lo que hoy se ha dado en llamar «smart power», operación realizada en coordinación con la Unión Europea y en contra de Rusia. Aquel intento de golpe de Estado no tuvo éxito y aún hoy en día los proyectos de la Unión Europea siguen sin arrojar el resultado esperado. Era de esperar, por lo tanto, que la Unión Europea se apresurara ahora ha tratar de esconder su nuevo fracaso acusando a Moscú de amenazar y chantajear al gobierno ucraniano.

Lo que ponen especial cuidado en no decirnos es que el gobierno ruso había propuesto un acuerdo que habría beneficiado tanto a Ucrania como a la Unión Europea y la propia Rusia, proposición que fue rechazada por la Unión Europea.

Por otro lado, el presidente ruso Vladimir Putin se entrevistó recientemente en Roma con el papa Francisco durante 35 minutos. Contrariamente a lo que afirmaron los grandes medios de prensa, los órganos del Vaticano estimaron que el encuentro se desarrolló en una atmósfera «cordial». El presidente ruso no visitó al papa como dirigente religioso de la iglesia ortodoxa rusa sino en su calidad de jefe de Estado. Y lo cierto es que, como jefe de Estado, Putin siempre ha subrayado la importancia de los valores en la promoción del progreso y en el desarrollo de su país, al igual que en el campo de la política internacional.

Contrariamente a lo que sucede en Occidente, donde se promociona un modelo de política utilitarista y materialista, el gobierno ruso parece apoyarse en una concepción basada en los fundamentos de la iglesia cristiana, o sea que considera al hombre y el mundo como centro de su acción.

¿En qué país de Occidente podemos encontrar eso todavía? ¿Qué gobierno occidental proclama todavía ese concepto en provecho de la familia, de la religión y de la Nación y para el mayor beneficio de los pueblos y del progreso? ¿Quién se preocupa en Occidente por el hecho que, a falta de vínculos estables con «el otro», el florecimiento de la personalidad se disuelve en la superficialidad y en la indiferencia si hay falta de respaldo y pérdida de identidad? Es por lo tanto de suponer que el papa y el presidente ruso se entendieron a la perfección en cuanto al diagnóstico sobre el estado de Occidente y sus falsas teorías y también en lo tocante al camino a seguir para remediar esos errores.

No pretendemos afirmar que en Rusia la familia está intacta, que todo el mundo vive según los preceptos de la religión y que la nación rusa ofrece a la población todo el respaldo necesario. Pero en la medida en que se reconoce que queda aún mucho camino por recorrer, es posible mantenerse a la expectativa e incluso tender una mano amiga y dispuesta a ayudar, en la medida en que dicha ayuda pueda ser deseada. Quienes buscan destruir la familia, la religión y la Nación harán precisamente lo contrario.

Pero tenemos que tener conciencia de que esta última manera de actuar no será la que aporte más paz al mundo sino más bien todo lo contrario: la política de “disolvencia” es causa de conflictos. ¿Estamos dispuestos a pagar ese precio? ¿Eso es lo que quieren los pueblos?

Tuvimos recientemente la oportunidad de comprobar hasta qué punto llegaron a caldearse los ánimos en Alemania en ocasión de una reunión, celebrada en Leipzig el 23 de noviembre [de 2013], sobre el tema «Por el futuro de la familia. ¿Hacia la supresión de los pueblos de europeos?» Un grupo de manifestantes violentos arremetió brutalmente contra aquella conferencia, principalmente contra los participantes miembros del Parlamento ruso. Las fuerzas de policía presentes en el lugar permitieron los desmanes por un buen rato. Hubo un tiempo en que solíamos ser gente acogedora y respetábamos a los demás, así como también respetábamos las opiniones divergentes. ¿Seguimos siendo así hoy en día?

LOS ATENTADOS DE VOLGOGRADO CUMPLEN LA AMENAZA DE ARABIA SAUDITA DE ATACAR RUSIA SI NO ABANDONABA A ASAD

La próxima guerra,30/12/2013



El príncipe Bandar advirtió a Putin: "Los grupos chechenos los controlamos nosotros."

Dos explosiones dirigidas contra una estación de tren y un trolebús en la ciudad de Volgogrado en los que han muerto en menos de 24 horas al menos 31 personas siguen a una amenaza por parte de Arabia Saudita de atacar a Rusia mediante los terroristas chechenos si Moscú no retiraba su apoyo al presidente Assad en Siria.

El primer ataque tuvo lugar en la estación de trenes de Volgogrado en la mañana del domingo, matando a 17 personas. Las imágenes de CCTV muestran una explosión de color naranja detrás de las puertas principales de la estación, rompiendo ventanas y enviando escombros a la calle. El principal sospechoso es un terrorista suicida.

El segundo ataque ocurrió cerca de un concurrido mercado en el distrito de Dzerzhinsky de Volgogrado. Un trolebús lleno de gente que viajaba por la mañana fue destrozado por un terrorista suicida, matando a 14 personas.

Aunque ningún grupo ha reivindicado la autoría de las explosiones, las sospechas recayeron inmediatamente sobre los islamistas de la región del Cáucaso Norte que atacan sistemáticamente objetivos fáciles dentro de Rusia.

Mientras que los medios de comunicación se han centrado en la amenaza que estos grupos representan para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi que se celebrarán en febrero, no se le ha dado ninguna atención a la advertencia emitida por el príncipe saudita Bandar bin Sultan en agosto cuando le dijo a Vladimir Putin que Arabia Saudita podría activar a los grupos terroristas chechenos que controla para que apuntaran contra Rusia si Moscú se negaba a abandonar su apoyo al presidente sirio Bashar Al-Assad.



Como ya informamos en su momento, se hizo esta amenaza durante una reunión a puerta cerrada entre el príncipe Bandar y Putin a principios de agosto.

De acuerdo con una transcripción de las observaciones formuladas durante la reunión por la agencia de noticias de Oriente Medio, Al monitor, Bandar hizo una serie de promesas y amenazas a Putin a cambio de que Moscú retirara su apoyo a Assad en Siria. 

"Te puedo dar una garantía de proteger a los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo año", supuestamente declaró Bandar, y agregó: "Los grupos chechenos que amenazan la seguridad de los juegos los controlamos nosotros."

Bandar dejó claro que su posición estaba apoyada por el gobierno de EE.UU..

Esta "garantía" de contener a los chechenos de atacar a los Juegos Olímpicos de Sochi también era obviamente una amenaza velada de que si Rusia no abandonaba a Assad, se daría luz verde a los ataques terroristas en Rusia.

Dado que Rusia no abandonó a Assad y de hecho prácticamente sin ayuda de nadie impidió un ataque militar de EE.UU. en Siria, para gran disgusto de Arabia Saudita, que es el principal proveedor de yihadistas rebeldes anti-Assad, ¿hemos de creer que los atentados de Volgogrado son evidencia de que Bandar está cumpliendo con su amenaza?

Fuente: Infowars

lunes, 30 de diciembre de 2013

LAS CINCO DIFICULTADES PARA DECIR LA VERDAD

Bertolt Brecht
Diario Octubre, 29/12/2013



El que quiera luchar hoy contra la mentira y la ignorancia y escribir la verdad tendrá que vencer por lo menos cinco dificultades. Tendrá que tener el valor de escribir la verdad aunque se la desfigure por doquier; la inteligencia necesaria para descubrirla; el arte de hacerla manejable como un arma; el discernimiento indispensable para difundirla.

Tales dificultades son enormes para los que escriben bajo el fascismo, pero también para los exiliados y los expulsados, y para los que viven en las democracias burguesas.

1. El valor de escribir la verdad

Para mucha gente es evidente que el escritor deba escribir la verdad, es decir, no debe rechazarla, ocultarla, ni deformarla. No debe doblegarse ante los poderosos; no debe engañar a los débiles. Pero es difícil resistir a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en la desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario.

Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello, se necesita mucho valor.

Cuando impera la represión más feroz gusta hablar de cosas grandes y nobles. Es entonces cuando se necesita valor para hablar de las cosas pequeñas y vulgares, como la alimentación y la vivienda de los obreros. Por doquier aparece la consigna: “No hay pasión más noble que el amor al sacrificio”.

En lugar de entonar ditirambos sobre el campesino hay que hablar de máquinas y de abonos que facilitarían el trabajo que se ensalza. Cuando se clama por todas las antenas que el hombre inculto e ignorante es mejor que el hombre cultivado e instruido, hay que tener valor para plantearse el interrogante: ¿mejor para quién? Cuando se habla de razas perfectas y razas imperfectas, el valor está en decir: ¿es que el hambre, la ignorancia y la guerra no crean taras?

También se necesita valor para decir la verdad sobre sí mismo cuando se es un vencido. Muchos perseguidos pierden la facultad de reconocer sus errores, la persecución les parece la injusticia suprema; los verdugos persiguen, luego son malos; las víctimas se consideran perseguidas por su bondad. En realidad esa bondad ha sido vencida. Por consiguiente, era una bondad débil e impropia, una bondad incierta, pues no es justo pensar que la bondad implica la debilidad, como la lluvia la humedad. Decir que los buenos fueron vencidos no porque eran buenos sino porque eran débiles requiere cierto valor.

Escribir la verdad es luchar contra la mentira, pero la verdad no debe ser algo general, elevado y ambiguo, pues son estas las brechas por donde se desliza la mentira. El mentiroso se reconoce por su afición a las generalidades, como el hombre verídico por su vocación a las cosas prácticas, reales, tangibles. No se necesita un gran valor para deplorar en general la maldad del mundo y el triunfo de la brutalidad ni para anunciar con estruendo el triunfo del espíritu en países donde éste es todavía concebible. Muchos se creen apuntados por cañones cuando solamente gemelos de teatro se orientan hacia ellos. Formulan reclamaciones generales en un mundo de amigos inofensivos y reclaman una justicia general por la que no han combatido nunca. También reclaman una libertad general: la de seguir percibiendo su parte habitual del botín. En síntesis, sólo admiten una verdad: la que les suena bien.

Pero si la verdad se presenta bajo una forma seca, en cifras y en hechos, y exige ser confirmada, ya no sabrán qué hacer. Tal verdad no les exalta. Del hombre veraz sólo tienen la apariencia. Su gran desgracia es que no conocen la verdad.

2. La inteligencia necesaria para descubrir la verdad

Tampoco es fácil descubrir la verdad. Por lo menos la que es fecunda. Así, según opinión general, los grandes Estados caen uno tras otro en la barbarie extrema. Una guerra intestina que se desarrolla implacablemente puede degenerar en cualquier momento en un conflicto generalizado que convertiría nuestro continente en un montón de ruinas. Evidentemente, se trata de verdades. No puede negarse que llueve hacia abajo: numerosos poetas escriben verdades de este género. Son como el pintor que cubría de frescos las paredes de un barco que se estaba hundiendo. El haber resuelto nuestra primera dificultad les procura una cierta dificultad de conciencia. Es cierto que no se dejan engañar por los poderosos, pero ¿escuchan los gritos de los torturados? No; pintan imágenes. Esta actitud absurda les sume en un profundo desconcierto, del que no dejan de sacar provecho; en su lugar otros buscarían las causas. No crea que es cosa fácil distinguir sus verdades de las vulgaridades referentes a la lluvia; al principio parecen importantes, pues la operación artística consiste precisamente en dar importancia a algo, pero hay que mirar la cosa de cerca: se darán cuenta de que no dejan de decir: no puede impedirse que llueva hacia abajo.

También, están los que por falta de conocimientos no llegan a la verdad y, sin embargo, distinguen las tareas urgentes y no temen a los poderosos ni a la miseria. Pero viven de antiguas supersticiones, de axiomas célebres a veces muy bellos. Para ellos el mundo es demasiado complicado: se contentan con conocer los hechos e ignorar las relaciones que existen entre ellos. Me permito decir a todos los escritores de esta época confusa y rica en transformaciones que hay que conocer el materialismo dialéctico, la economía y la historia. Tales conocimientos se adquieren en los libros y en la práctica si no falta la necesaria aplicación. Es muy sencillo descubrir fragmentos de verdad e, incluso, verdades enteras. El que busca necesita un método, pero puede encontrarse sin método, o sin objeto que buscar, inclusive. Sin embargo, ciertos procedimientos pueden dificultar la explicación de la verdad: los que la lean serán incapaces de transformar esa verdad en acción. Los escritores que se contentan con acumular pequeños hechos no sirven para hacer manejables las cosas de este mundo. Pues bien, la verdad no tiene otra ambición. Por consiguiente, esos escritores no están a la altura de su misión.

3. El arte de hacer la verdad manejable como arma

La verdad debe decirse pensando en sus consecuencias sobre la conducta de los que la reciben.

Hay verdades sin consecuencias prácticas; por ejemplo, esa opinión tan extendida sobre la barbarie: el fascismo sería debido a una oleada de barbarie que se ha abatido sobre varios países, como una plaga natural. Así, al lado y por encima del capitalismo y del socialismo habría nacido una tercera fuerza: el fascismo. Para mí, el fascismo es una fase histérica del capitalismo y, por consiguiente, algo muy nuevo y muy viejo. En un país fascista, el capitalismo existe solamente como fascismo. Combatirlo es combatir el capitalismo, bajo su forma más cruda, más insolente, más opresiva, más engañosa.

Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo -que se condena- si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.

Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.

Los demócratas burgueses condenan con énfasis los métodos bárbaros de sus vecinos, y sus acusaciones impresionan tanto a sus auditorios que éstos olvidan que tales métodos se practican también en sus propios países.

Ciertos países logran todavía conservar sus formas de propiedad gracias a medios menos violentos que otros. Sin embargo, los monopolios capitalistas originan por doquier condiciones bárbaras en las fábricas, en las minas y en los campos. Pero mientras que las democracias burguesas garantizan a los capitalistas, sin el recurso de la violencia, la posesión de los medios de producción, la barbarie se reconoce en que los monopolios sólo pueden ser defendidos por la violencia declarada.

Ciertos países no tienen necesidad, para mantener sus monopolios bárbaros, de destruir la legalidad instituida, ni su confort cultural (filosofía, arte, literatura); de ahí que acepten perfectamente escuchar a los exiliados alemanes estigmatizar su propio régimen por haber destruido esas comodidades. A sus ojos es un argumento suplementario en favor de la guerra.

¿Puede decirse que respetan la verdad los que gritan: “Guerra sin cuartel a Alemania, que es hoy la verdadera patria del mal, la oficina del infierno, el trono del anticristo”? No. Los que así gritan son tontos, impotentes gentes peligrosas. Sus discursos tienden a la destrucción de un país, de un país entero con todos sus habitantes, pues los gases asfixiantes no perdonan a los inocentes.

Los que ignoran la verdad se expresan de un modo superficial, general e impreciso. Peroran sobre el “alemán”, estigmatizan el “mal”, y sus auditorios se interrogan: ¿debemos dejar de ser alemanes? ¿Bastará con que seamos buenos para que el infierno desaparezca? Cuando manejan sus tópicos sobre la barbarie salida de la barbarie resultan impotentes para suscitar la acción. En realidad no se dirigen a nadie. Para terminar con la barbarie se contentan con predicar la mejora de las costumbres mediante el desarrollo de la cultura. Eso equivale a limitarse a aislar algunos eslabones en la cadena de las causas y a considerar como potencias irremediables ciertas fuerzas determinantes, mientras que se dejan en la oscuridad las fuerzas que preparan las catástrofes. Un poco de luz y los verdaderos responsables de las catástrofes aparecen claramente: los hombres.

Vivimos una época en que el destino del hombre es el hombre.

El fascismo no es una plaga que tendría su origen en la “naturaleza” del hombre. Por lo demás, es un modo de presentar las catástrofes naturales que restituyen al hombre su dignidad porque se dirigen a su fuerza combativa.

El que quiera describir el fascismo y la guerra -grandes desgracias, pero no calamidades “naturales”- debe hablar un lenguaje práctico: mostrar que esas desgracias son un efecto de la lucha de clases; poseedores de medios de producción contra masas obreras. Para presentar verídicamente un estado de cosas nefasto, mostrar que tiene causas remediables. Cuando se sabe que la desgracia tiene un remedio, es posible combatirla.

4. Cómo saber a quién confiar la verdad

Un hábito secular, propio del comercio de la cosa escrita, hace que el escritor no se ocupe de la difusión de sus obras. Se figura que su editor, u otro intermediario, las distribuye a todo el mundo, y se dice: yo hablo y los que quieren entenderme me entienden. En la realidad, el escritor habla y los que pueden pagar le entienden. Sus palabras jamás llegan a todos, y los que las escuchan no quieren entenderlo todo.

Sobre esto se han dicho ya muchas cosas, pero no las suficientes. Transformar la “acción de escribir a alguien” en “acto de escribir” es algo que me parece grave y nocivo. La verdad no puede ser simplemente escrita; hay que escribirla a alguien. A alguien que sepa utilizarla. Los escritores y los lectores descubren la verdad juntos.

Para ser revelado, el bien sólo necesita ser bien escuchado, pero la verdad debe ser dicha con astucia y comprendida del mismo modo. Para nosotros, escrito res, es importante saber a quién la decimos y quién nos la dice; a los que viven en condiciones intolerables debemos decirles la verdad sobre esas condiciones, y esa verdad debe venirnos de ellos. No nos dirijamos solamente a las gentes de un solo sector: hay otros que evolucionan y se hacen susceptibles de entendernos. Hasta los verdugos son accesibles, con tal que comiencen a temer por sus vidas. Los campesinos de Baviera, que se oponían a todo cambio de régimen, se hicieron permeables a las ideas revolucionarias cuando vieron que sus hijos, al volver de una larga guerra, quedaban reducidos al paro forzoso.

La verdad tiene un tono. Nuestro deber es encontrarlo. Ordinariamente se adopta un tono suave y dolorido: “yo soy incapaz de hacer daño a una mosca”. Esto tiene la virtud de hundir en la miseria a quien lo escucha. No trataremos como enemigos a quienes emplean este tono, pero no podrán ser nuestros compañeros de lucha. La verdad es de naturaleza guerrera, y no sólo es enemiga de la mentira, sino de los embusteros.

5. Proceder con astucia para difundir la verdad

Orgullosos de su valor para escribir la verdad, contentos de haberla descubierto, cansados sin duda de los esfuerzos que supone el hacerla operante, algunos esperan impacientes que sus lectores la disciernan. De ahí que les parezca vano proceder con astucia para difundir la verdad.

Confucio alteró el texto de un viejo almanaque popular cambiando algunas palabras: en lugar de escribir “el maestro Kun hizo matar al filósofo Wan”, escribió: “el maestro Kun hizo asesinar al filósofo Wan”. En el pasaje donde se hablaba de la muerte del tirano Sundso, “muerto en un atentado”, reemplazó la palabra “muerto” por “ejecutado”, abriendo la vía a una nueva concepción de la historia.

El que en la actualidad reemplaza “pueblo” por “población”, y “tierra” por “propiedad rural”, se niega ya a acreditar algunas mentiras, privando a algunas palabras de su magia. La palabra “pueblo” implica una unidad fundada en intereses comunes; sólo habría que emplearla en plural, puesto que únicamente existen “intereses comunes” entre varios pueblos. La “población” de una misma región tiene intereses diversos e incluso antagónicos. Esta verdad no debe ser olvidada. Del mismo modo, el que dice “la tierra”, personificando sus encantos, extasiándose ante su perfume y su colorido, favorece las mentiras de la clase dominante. Al fin y al cabo, ¡qué importa la fecundidad de la tierra, el amor del hombre por ella y su infatigable ardor al trabajarla!: lo que importa es el precio del trigo y el precio del trabajo. El que saca provecho de la tierra no es nunca el que recoge el trigo y “el gesto augusto del sembrador” no se cotiza en Bolsa. El término justo es “propiedad rural”.

Cuando reina la opresión, no hablemos de “disciplina”, sino de “sumisión” pues la disciplina excluye la existencia de una clase dominante. Del mismo modo, el vocablo “dignidad” vale más que la palabra “honor”, pues tiene más en cuenta al hombre. Todos sabemos qué clase de gente se precipita para tener la ventaja de defender el “honor” de un pueblo, y con qué liberalidad los ricos distribuyen el “honor” a los que trabajan para enriquecerlos.

La astucia de Confucio es utilizable también en nuestros días, también la de Tomás Moro. Este último describió un país utópico idéntico a la Inglaterra de aquella época, pero en el que las injusticias se presentaban como costumbres admitidas por todo el mundo.

Cuando Lenin, perseguido por la policía del Zar, quiso dar una idea de la explotación de Sajalín por la burguesía rusa, sustituyó Rusia por Japón y Sajalín por Corea. La identidad de las dos burguesías era evidente, pero como Rusia estaba en guerra con Japón la censura dejó pasar el trabajo de Lenin.

Hay una infinidad de astucias posibles para engañar a un Estado receloso. Voltaire luchó contra las supersticiones religiosas de su tiempo escribiendo la historia galante de “La Doncella de Orleans”: describiendo en un bello estilo aventuras galantes sacadas de la vida de los grandes.

Voltaire llevó a éstos a abandonar la religión (que hasta entonces tenían por caución de su vida disoluta). De repente, se hicieron los propagadores celosos de las obras de Voltaire y ridiculizaron a la policía que defendía sus privilegios. La actitud de los grandes permitió la difusión ilícita de las ideas del escritor entre el público burgués, hacia el que precisamente apuntaba Voltaire.

Decía Lucrecio que contaba con la belleza de sus versos para la propagación de su ateísmo epicúreo. Las virtudes literarias de una obra pueden favorecer su difusión clandestina, pero hay que reconocer que a veces suscitan múltiples sospechas. De ahí, la necesidad de descuidarlas deliberadamente en ciertas ocasiones. Tal sería el caso, por ejemplo, si se introdujera en una novela policíaca -género literario desacreditado- la descripción de condiciones sociales intolerables. A mi modo de ver, esto justificaría completamente la novela policíaca.

En la obra de Shakespeare puede encontrarse un modelo de verdad propaga da por la astucia: el discurso de Antonio ante el cadáver de César. Afirmando constantemente la respetabilidad de Bruto, cuenta su crimen, y la pintura que hace de él es mucho más aleccionadora que la del criminal. Dejándose dominar por los hechos, Antonio saca de ellos su fuerza de convicción mucho más que de su propio juicio.

Jonathan Swift propuso en un panfleto que los niños de los pobres fueran puestos a la venta en las carnicerías para que reinara la abundancia en el país. Después de efectuar cálculos minuciosos, el célebre escritor probó que podrían realizarse economías importantes llevando la lógica hasta el fin. Swift jugaba al monstruo. Defendía con pasión absolutista algo que odiaba. Era una manera de denunciar la ignominia. Cualquiera podía encontrar una solución más sensata que la suya o, al menos, más humana, sobre todo, aquellos que no habían comprendido a dónde conducía este tipo de razonamiento.

Militar a favor del pensamiento, sea cual fuere la forma que éste adopte, sirve la causa de los oprimidos. En efecto, los gobernantes al servicio de los explotadores consideran el pensamiento como algo despreciable. Para ellos, lo que es útil para los pobres es pobre. La obsesión que estos últimos tienen por comer, por satisfacer su hambre, es baja. Es bajo menospreciar los honores militares cuando se goza de este favor inestimable: batirse por un país cuando se muere de hambre.

Es bajo dudar de un jefe que os conduce a la desgracia. El horror al trabajo que no alimenta al que lo efectúa es asimismo una cosa baja, y baja también la protesta contra la locura que se impone y la indiferencia por una familia que no aporta nada. Se suele tratar a los hambrientos como gentes voraces y sin ideal, de cobardes a los que no tienen confianza en sus opresores, de derrotistas a los que no creen en la fuerza, de vagos a los que pretenden ser pagados por trabajar, etcétera. Bajo semejante régimen, pensar es una actividad sospechosa y desacreditada. ¿Dónde ir para aprender a pensar? A todos los lugares donde impera la represión.

Sin embargo, el pensamiento triunfa todavía en ciertos dominios en que resulta indispensable para la dictadura, en el arte de la guerra, por ejemplo, y en la utilización de las técnicas. Resulta indispensable pensar para remediar, mediante la invención de tejidos “ersatz”, la penuria de lana. Para explicar la mala calidad de los productos alimenticios o la militarización de la juventud no es posible renunciar al pensamiento. Pero recurriendo a la astucia puede evitarse el elogio de la guerra, al que nos incitan los nuevos maestros del pensamiento. Así, la cuestión ¿cómo orientar la guerra? lleva a la pregunta: ¿vale la pena hacer la guerra? Lo que equivale a preguntar: ¿cómo evitar la guerra inútil? Evidentemente, no es fácil plantear esta cuestión en público hoy. Pero ¿quiere decir esto que haya que renunciar a dar eficacia a la ver dad? Evidentemente no.

Si en nuestra época es posible que un sistema de opresión permita a una minoría explotar a la mayoría, la razón reside en una cierta complicidad de la población, complicidad que se extiende a todos los dominios. Una complicidad análoga, pero orientada en sentido contrario, puede arruinar el sistema. Por ejemplo, los descubrimientos biológicos de Darwin eran susceptibles de poner en peligro todo el sistema, pero solamente la Iglesia se inquietó. La policía no veía en ello nada nocivo.

Los últimos descubrimientos físicos implican consecuencias de orden filosófico que podrían poner en tela de juicio los dogmas irracionales que utiliza la opresión. Las investigaciones de Hegel en el dominio de la lógica facilitaron a los clásicos de la revolución proletaria, Marx y Lenin, métodos de un valor inestimable. Las ciencias son solidarias entre sí, pero su desarrollo es desigual según los dominios; el Estado es incapaz de controlarlos todos. Así, los pioneros de la verdad pueden encon trar terrenos de investigación relativamente poco vigilados. Lo importante es enseñar el buen método, que exige que se interrogue a toda cosa a propósito de sus caracteres transitorios y variables. Los dirigentes odian las transformaciones: desearían que todo permaneciese inmóvil, de ser posible durante un milenio: que la Luna se detuviera y el Sol interrumpiera su carrera. Entonces, nadie tendría hambre ni reclamaría alimentos. Nadie respondería cuando ellos abrieran fuego; su salva sería necesariamente la última.

Subrayar el carácter transitorio de las cosas equivale a ayudar a los oprimidos. No olvidemos jamás recordar al vencedor que toda situación contiene una contradicción susceptible de tomar vastas proporciones. Semejante método -la dialéctica, ciencia del movimiento de las cosas- puede ser aplicado al examen de materias como Biología y Química, que escapan al control de los poderosos, pero nada impide que se aplique al estudio de la familia; no se corre el riesgo de suscitar la atención. Cada cosa depende de una infinidad de otras que cambian sin cesar; esta verdad es peligrosa para las dictaduras. Pues bien, hay mil maneras de utilizarla en las mismas narices de la policía. Los gobernantes que conducen a los hombres a la miseria quieren evitar a todo precio que, en la miseria, se piense en el gobierno. De ahí que hablen de destino. Es al destino, y no al gobierno, al que atribuyen la responsabilidad de las deficiencias del régimen. Y si alguien pretende llegar a las causas de estas insuficiencias, se le detiene antes de que llegue al gobierno.

En general, es posible reclinar los lugares comunes sobre el Destino y demostrar que el hombre se forja su propio destino. Ahí está el ejemplo de esa granja islandesa sobre la que pesaba una maldición. La mujer se había arrojado al agua, el hombre se había ahorcado. Un día, el hijo se casó con una joven que aportaba como dote algunas hectáreas de tierra. De golpe, se acabó la maldición. En la aldea se interpretó el acontecimiento de diversos modos. Unos lo atribuyeron al natural alegre de la joven; otros, a la dote, que permitía, al fin, a los propietarios de la granja comenzar sobre nuevas bases. Incluso, un poeta que describe un paisaje puede servir a la causa de los oprimidos si incluye en la descripción algún detalle relacionado con el trabajo de los hombres.

En resumen: importa emplear la astucia para difundir la verdad.

Conclusión

La gran verdad de nuestra época -conocerla no es todo, pero ignorarla equivale a impedir el descubrimiento de cualquier otra verdad importante- es ésta: nuestro continente se hunde en la barbarie porque la propiedad privada de los medios de producción se mantiene por la violencia. ¿De qué sirve escribir valientemente que nos hundimos en la barbarie si no se dice clara mente por qué?

Los que torturan lo hacen por conservar la propiedad privada de los medios de producción.

Ciertamente, esta afirmación nos hará perder muchos amigos: todos los que, estigmatizando la tortura, creen que no es indispensable para el mantenimiento de las formas actuales de propiedad. Digamos la verdad sobre las condiciones bárbaras que reinan en nuestro país; así será posible suprimirlas, es decir, cambiar las actuales relaciones de producción. Digámoslo a los que sufren del statu quo y que, por consiguiente, tienen más interés en que se modifique: a los trabajadores, a los aliados posibles de la clase obrera, a los que colaboran en este estado de cosas sin poseer los medios de producción

domingo, 29 de diciembre de 2013

LA POSTURA RUSA EN EL CONFLICTO SIRIO LE COSTÓ AYER UN ATENTADO EN UNA ESTACIÓN FERROVIARIA: MÁS DE 15 MUERTOS

Al menos 15 personas han muerto, 50 personas han sido heridas en la estación de trenes de la ciudad rusa de Volgogrado por una explosión. El atentado fue perpetrado supuestamente por una terrorista suicida.

La Policía ya trabaja en el lugar para verificar las circunstancias del suceso, informa la agencia Itar-Tass. Expertos en explosivos, artificieros y perros de la Policía también han acudido al lugar del incidente.

Según informó una fuente de la Policía a la agencia Interfax, podría tratarse de un atentado terrorista.

“A juzgar por el hecho de que el artefacto fuera activado cerca del arco de seguridad, la explosión podría ser un atentado“.

Según el Comité Nacional de Antiterrorismo, el atentado fue perpetrado supuestamente por una terrorista suicida.

EL TEÓLOGO DE LA LIBERACIÓN RUBÉN DRI OPINA SOBRE EL PAPA FRANCISCO I

Diego M. Vidal
La Haine, 24/12/2013

Ahora no es contra los comunistas como con Juan Pablo II. Es hacer frente a los movimientos populares latinoamericanos que plantean una alternativa al capitalismo.



Rubén Dri hace tiempo que dejó de ser aquel clérigo salesiano que predicaba en el Chaco y después el viento de los tiempos de cambio lo llevaron a sumarse al Movimiento de los Sacerdotes del Tercer Mundo. Sin sotana, aún mantiene la impronta pacífica de cura de pueblo y la transmite desde el primer apretón de manos, pero esa afabilidad se le trastoca cuando tiene que hablar del Papa Francisco o Bergoglio, como insiste en citarlo, quitándole toda el aura de santidad que le otorga su actual investidura. Como teólogo, Dri visualiza una sintonía con su designación como sucesor de Benedicto XVI y la elección del destino de este primer viaje al exterior del Jefe de la Iglesia Católica.

“En primer lugar, uno de los objetivos en el nombramiento de Jorge Bergoglio es América latina, sobre todo los movimientos populares latinoamericanos”, alerta de entrada. “Fundamentalmente del chavismo, de Evo Morales en Bolivia, en Argentina el kirchnerismo y el de Ecuador”, asegura.

–¿Cuál es la razón?

–La preocupación que tienen la jerarquía eclesiástica y el Papa es que estos movimientos son movimientos políticos con base popular y que además se plantean la promoción de lo popular pero a nivel político, que por lo tanto genera poder popular, eso le resta poder a la Iglesia. Porque el problema de los pobres “lo soluciona la Iglesia”. Por eso la frase “una Iglesia pobre para los pobres”. Para decirlo de otro modo: “Los pobres son de la Iglesia”. Y estos movimientos políticos la están sacando de ese rol, por eso con Bergoglio tienen que venir a ese terreno a pelearlo con los movimientos políticos. Pero de una manera inteligente, no enfrentándolos, sino planteando el plan de la Iglesia a través de una figura que debe ser atrayente y Francisco se presenta de ese modo.

Yo no sé si te diste cuenta que Bergoglio sonríe… Acá no sabíamos eso, nunca lo habíamos visto sonreír jamás. Es un gesto muy estudiado, toda su gestualidad lo está. Es una puesta en escena realmente. Sobreactuando, incluso, lo que hace con respecto a la pobreza. Está todo pensado políticamente para presentar una faz más atrayente para los sectores populares, para los humildes, de manera de pelearle los pobres a los proyectos políticos que mencioné anteriormente y también la clientela a las iglesias pentecostales. Bergoglio está lidiando en el mismo escenario. Es decir, mediáticamente, haciendo un gran show como las iglesias electrónicas. Así que no podemos esperar de ninguna forma que la Iglesia Católica evolucione. Quienes están esperando una revolución con él están pensando que se pueden producir milagros y que Bergoglio nació de un repollo, pero no, el Papa Francisco es el Bergoglio que nosotros conocimos. Es el mismo que acá trató de llevar la política que ahora está sosteniendo desde el Vaticano, con muchas más posibilidades porque tiene otros instrumentos.

–Cuando fue nombrado generó muchas expectativas, por ser latinoamericano y además argentino, olvidando quizá que la Iglesia Católica argentina es una de las más conservadoras. ¿Esto explica su preocupación primaria en ordenar las finanzas vaticanas antes que otras cuestiones que demandan los católicos de a pie?

–El Vaticano es un problema muy serio para la Iglesia. Si no hay un mínimo ordenamiento Bergoglio no puede llevar adelante esta lavada de cara que necesita la institución religiosa. Naturalmente que él no va a renunciar al IOR (Instituto para las Obras de Religión). No sé por qué la Iglesia tiene que tener un banco, que además es un nido de corrupción, de lavado de dinero, etcétera. Entonces debe poner un orden y Bergoglio es el único que tal vez pueda hacerlo. Ahora, lo que vemos es que toma medidas muy graves. Por ejemplo, el nombramiento de Rodrigo de Madariaga, el obispo golpista de Honduras, como coordinador de la Comisión de ocho Cardenales. Después hay otros tres acusados de haber protegido a pedófilos. Si la comisión cardenalicia que va a purificar la Santa Sede tiene esos personajes…

Por otra parte va a canonizar a Juan Pablo II junto a Juan XXIII, que son dos modelos de Iglesia completamente contradictorios. Porque justamente Karol Wojtyla destruyó todo lo que se había construido en la línea de Angelo Roncalli. Al mismo tiempo canoniza al sucesor de Escrivá de Balaguer, del Opus Dei, lo que significa para dónde va la construcción de su Iglesia. O sea, la de Bergoglio es la misma de Wojtyla y Joseph Ratzinger. En parte tiene gran similitud con Juan Pablo II, que manejaba muy bien los símbolos, era un actor. Francisco también utiliza convenientemente los gestos, en esta idea de acercar la Iglesia a lo popular, pero un propósito transformador no se lo ve por ningún lado.

–Sin embargo, el brasileño Leonardo Boff se congratuló por su elección…

–Boff se presenta como padre de la Teología de la Liberación, que no tiene paternidad porque surgió de la práctica y el compromiso político, social, religioso, de sacerdotes, monjas y laicos. Él se entusiasma tanto con la pastoral de Bergoglio y lo pone en la línea de la Teología de la Liberación, pero en una vía de lo popular, y aclara que espera la liberación con la participación de los pobres en contra de una Teología de la Liberación marxista, que busca la solución en las estructuras políticas. ¿Qué pasa? ¿Boff descubrió que el problema de la pobreza en América latina no se va a resolver políticamente, sino que será por la caridad? Ésa es precisamente la teoría de Bergoglio. En contra de la resolución política de esta cuestión, que es la única herramienta que puede lograrlo.

–Al mismo tiempo, Frei Betto tiene una visión diametralmente opuesta a la de Boff y es más pesimista.

–Así es, Frei Betto le ha pedido a Francisco que defina qué es lo que quiere realmente y dé respuesta a temas como el celibato, el divorcio, el aborto y denuncie realmente cuáles son las causas de la explotación en Latinoamérica. También debería responder por otras cuestiones como los derechos humanos. ¿Se le ha escuchado algo sobre los derechos humanos? ¿Dijo algo sobre los desaparecidos en Argentina? A Estela de Carlotto le dedicó dos o tres minutos en una plaza pública y al Momo Venegas le dispensa otro tiempo y tratamiento. Eso dibuja claramente una posición política-eclesiástica que no tiene nada que ver con una transformación en profundidad de la Iglesia.

–Si uno hace un análisis geopolítico de la región, la designación de Bergoglio como Papa se da en consonancia con el impulso de Estados Unidos a la Alianza del Pacífico (Colombia, Perú y Chile) que busca acotar a los gobiernos populares surgidos en Sudamérica. ¿Será Francisco parte del cerco de contención que busca Washington?

–No tengo la menor duda de que es así. Por un lado está esa tenaza del Pacífico y por otro lado está Bergoglio. Hay una analogía con el papado de Juan Pablo II, aliado a Ronald Reagan y Margareth Thatcher en contra del comunismo. Ahora no es contra los comunistas sino hacer frente a los movimientos populares latinoamericanos que plantean una alternativa al capitalismo, con transformaciones muy profundas. Inclusive el kirchnerismo, que no muestra con tanta claridad hacia dónde vamos, ha logrado avanzar sobre derechos que eran impensables como el matrimonio igualitario, algo que va totalmente en contra con el pensamiento de Bergoglio. Basta ver el documento difundido en Aparecida (Brasil) donde es señalado como algo abominable.

–¿Si el matrimonio igualitario se planteara hoy sería difícil de aprobar?

–No saldría del Congreso. Con este Papa va a ser muy dificultoso que cosas como esas se logren, por caso algo que está pendiente como es el aborto. Su influencia es mucho mayor, ahora que tiene tanto poder.

28 de julio de 2013. Miradas al Sur

viernes, 27 de diciembre de 2013

UCRANIA: ¿CUÁNTO CUESTA EL EURO-MAIDAN?

La Voz de Rusia, 26/11/2013

Durante varios días no terminan en Kiev y en otras ciudades de la república los actos a favor de la integración europea de Ucrania. Entretanto, muchos expertos comienzan a dudar de la sinceridad de las acciones de marras.


He aquí uno de los promotores la mascarada del Euro-maidan ucraniano,
la EED, fotocopia europea de la NED nortemaricana y como ésta un órgano al servicio del neoimperialismo. 


Ucrania es conocida por sus mítines pagados, al paso que en Internet menudean anuncios sobre la atracción de activistas por dádivas.

El Euro-Maidan está pagado. Esta opinión es emitida cada vez más frecuentemente por politólogos ucranianos. Y añaden: se prepararon demasiado rápidamente banderas, carteles y otros atributos de las acciones de protesta, que estremecen la capital ucraniana desde que el gabinete ministerial decidió suspender los preparativos para la firma del tratado de asociación con la UE. Reunir personas para mítines no cuesta trabajo en Ucrania, señala Grigori Trofimchuk, vicepresidente del Centro de Modelación de Desarrollo Estratégico.

–En Ucrania no se necesita mucho tiempo para convocar un mitin, se organizan en el momento. A diferencia de todo lo demás, en esto no hay problema alguno. La convocatoria de participantes cuesta, a juzgar por las informaciones más recientes en las redes sociales, cien grivnas per cápita.

En los actos, según datos de la oposición toman parte hasta cien mil personas, según datos oficiales tres veces y media menos. Las primeras “invitaciones” de activistas aparecieron en las redes sociales ya el viernes. Entonces la oposición fijó el día del 24 de noviembre como fecha de actos por todo el país. Los principales participantes, según la tradición ucraniana arraigada, son las capas peor protegidas: trabajadores del sector público de la economía, estudiantes y jubilados. Su “salario” depende de la cantidad de días de “trabajo protestatario”, indica el experto en negocios publicitarios Serguéi Yákovlev.

–“El salario” depende del número de días y de la duración de la “jornada”. Si una persona “trabaja” un día, se le paga, por ejemplo, cien grivnas. Entre ellos hay militantes que perciben más. Queda tan solo contar a los participantes. Como es natural, hay también participantes ideológicos, pero su número es insignificante.


Y éste es el polaco Jerzy Pomianowski, quien está al 
frente de la European Endownment For Democracy (EED)


Como aseveran los expertos del mercado publicitario, la confección de banderas, el diseño de carteles, etc., suele tomar dos semanas. Pero los gastos de los organizadores no terminan ahí. Según datos de la oposición, en los actos de Kiev participan personas venidas de otras ciudades del país. Ciertamente es imposible calcular cuánto vale el traslado de personas de las provincias. En cambio, los expertos declaran a una que la oposición no podría pagar por sí misma lo que ocurre en Kiev. Por eso es muy probable que merezca la pena buscar a los “mecenas” de los actos que derivan en disturbios callejeros en Occidente.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

LOS BANCOS DE ALIMENTOS Y EL OPUS DEI

últimoCero, 24/12/2013



La gran convocatoria de la caridad celebrada entre los  días 29 y 30 de Noviembre de este 2013 por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) pretendía realizar "La gran recogida de alimentos 2013". Como podemos leer en la web habilitada para la campaña www.granrecogidadealimentos.org su urgente objetivo es luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntarios y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes supermercados, medios de comunicación o empresas de seguros privados.

Según la web de FESBAL los Bancos de Alimentos "son organizaciones sin ánimo de lucro basados en el voluntariado y cuyo objetivo es recuperar excedentes alimenticios de nuestra sociedad y redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso. La organización de un Banco de Alimentos se orienta a un funcionamiento similar al de una empresa, con distintas áreas y un equipo de dirección."

Pero además del  gesto ciudadano y solidario entre iguales que quieren con su modesta aportación evitar que un vecino pase hambre... ¿Quién esta detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?
Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda "Banco de Alimentos" nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.

El Director de FESBAL es José Antonio Busto Villa, es supernumerario del Opus Dei.

El presidente del Banco de Alimentos de Valladolid Jose María Zarate es supernumerario del Opus Dei.

La presidente del Banco de Alimento de Badajoz Carmen de Aguirre Castellanos es supernumeraria del Opus Dei.

El presidente del Banco de Alimentos de Santander Francisco del Pozo Blanco es supernumerario de Opus Dei.

Manuel Pérez Hernández, de 67 años, presidente del Banco de Alimentos de Las Palmas de Gran Canaria es supernumerario del Opus Dei.

José Antonio García García, de 73 años preside el Banco de Alimentos de Albacete y es supernumerario del Opus Dei.

Las vinculaciones del Banco de Alimentos con el Opus Dei no son solo a través de los supernumerarios en puestos de responsabilidad. Son múltiples las referencias de cargos directivos y colaboradores del Banco de Alimentos a las enseñanzas y el ideario del fundador del Opus Dei San Jose María Escriba de Balaguer; "Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría; y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de Alimentos." O Pedro Pereira que actualmente preside del Banco de Alimentos de Vigo y fue el coordinador general de estudios del colegio del Opus Dei Montecastelo de Vigo.

Una de la últimas noticias destacadas en la página web FESBAL es la llamada de teléfono que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Ana Mato, supernumeraria del Opus, hizo al presidente de la FESBAL José Antonio Busto felicitando y deseando el mayor de los éxitos a los Bancos de Alimentos. ¿A que se debe el respaldo de una ministra del Opus al presidente de la Federación de Bancos de Alimentos  y miembro supernumerario de la orden?

¿Utiliza el Opus Dei los Bancos de Alimentos para hacer proselitismo? Quizá las declaraciones que podemos ver en el siguiente vídeo (a partir del minuto 5:00) de Jose María Zarate, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid a los voluntarios nos puedan aclarar este punto.

Si bien pudiera parecer casualidad el que destacados miembros de la Prelatura personal de la Iglesia Católica ocupen cargos de responsabilidad en el Banco de Alimentos, esto no deja de resultar llamativo. ¿Qué interés respalda esta presencia?. ¿Esta es solo fruto del compromiso personal o responde a una estrategia de más hondo calado? Esta presencia llama más la atención si tenemos en cuenta que en las cúpulas de las grandes empresas financieras y de distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan también miembros de esta prelatura y que cuando esto es no así, una parte importante de sus cargos ejecutivos se han formado en la escuela de negocio del Opus Dei, la IESE. 

A través del  Banco de Alimentos se nos presenta a las grandes empresas de distribución , bancos y ejecutivos de grandes empresas como entes altruistas. Estas empresas distribuidoras controlan el 70% del mercado de alimentos y qué mejor que ellas para liderar esta gran obra benéfica. Sin embargo los motivos de estas alianzas aparentemente solidarias, introducen componentes de rentabilidad económica. Pudiera parecer que las grandes distribuidoras de alimentos se acercan a este tipo de actividades filantrópicas solo con la intención de mejorar su imagen de empresa. Pero, además del efecto publicitario, un interesante negocio se esconde detrás de la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen las grandes empresa de distribución con la donación?

Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.

Mejora su imagen corporativa.

No tienen costes en la destrucción de esos excedentes.

No tienen costes en la distribución pues lo hace un ejército de voluntarios.

Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%)

A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina, que haya ricos y pobres.

Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.

Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.

Estas empresas saben que los stocks donados evitan la caída de precios y el gasto de destruirlos y aprovechan la ley que permite la desgravación del 35% de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades.  

Pero por si estos beneficios a las grandes superficies fuera poco, en un perverso ejercicio de nueva filantropía, cada cierto tiempo y en fechas señaladas, desde los medios de comunicación apelan a la ciudadanía a  campañas de "Gran donación de Alimentos". Esta presión mediática, que habitualmente suele enmascararse con el rigor informativo, lleva a que olvidamos que detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra "compra de alimentos". Los alimentos "donados" en realidad son adquiridos por los solidarios ciudadanos en estas grandes superficies donde son estratégicamente ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así un incremento de sus cifras de negocio y beneficios.

Parece evidente que más allá del mero efecto publicitario, el Banco de Alimentos resulta un pingüe negocio para algunas empresas. Sin embargo, detrás de la beneficencia, se encuentran otros interés más espurios capaces de unir al OPUS, entidades financieras, grandes empresas trasnacionales y aseguradoras privadas. En los Think Tanks donde el gran capital pergeña su estrategia futura, negocios enmascarados como iniciativas solidarias ocupan un lugar destacado. En tiempos de crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una doble función social. Por una parte sirven de antídoto contra la movilización, tranquilizando las conciencias de solidarios donantes e indignados con la injusticia social. Estas acciones que apelan directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se cuestionan  ni  se plantean dar respuesta a las injustas causas que generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia siempre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo). Por otra parte, se recupera la vieja estrategia de reforzar las estructuras benéficas generadoras de dependencia, con ánimo de mitigar la posible respuesta social de aquellas personas en situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder. 

Una alternativa de carácter horizontal, participativa y solidaria es La Red de Solidaridad Popular. Este es un extracto de su carta de principios:

"Las personas que integramos la Red de Solidaridad Popular nos mueve la necesidad de organizar la solidaridad como forma de resistencia frente a la barbarie neoliberal que se nos está imponiendo y la motivación por poner en práctica alternativas al sistema económico y político dominante.Las iniciativas solidarias impulsadas por la Red de Solidaridad Popular en ningún momento revestirán carácter benéfico, ni asistencialista, ni caritativo, serán puestas en marcha conjuntamente con las personas afectadas por las consecuencias de la crisis, partiendo de sus propias demandas y necesidades e implicándolas activamente en su diseño, gestión y organización." .